Soldados de reemplazo que fueron héroes

 El cabo Noval

      Nació en Oviedo el 15 noviembre de 1.887. Era carpintero ebanista y se alistó en el regimiento de Infantería El Príncipe nº 3 el 4 de marzo de 1.909.

      En la Guerra de Äfrica, en la madrugada del 28 de septiembre de 1.909 el cabo Luis Noval Ferrao saltó las alambradas para realizar su recorrido por los puestos de escucha. En un momento de éste, los rifeños hacen fuego sobre la posición y ante este hecho el cabo y los escuchas, después de contestar al fuego, deciden replegarse sobre el puesto. En este repliegue el cabo Noval se desorienta y se aleja de los parapetos. De pronto siente un golpe y un empujón que le tira al suelo y unas manos que le sujetan con fuerza y le tapan la boca. Una voz, casi un susurro, le dice al oído: “Tú estar quieto, paisa, y callar”, al tiempo que siente una gumía sobre su garganta. Noval tiene miedo, mucho miedo. El moro le conmina: “Tú llevarnos a la posición y decir santo y seña; nosotros gritar que ser españoles, si no, matarte.” Al acercarse a la posición española, se da cuenta que él, cabo del Ejército Español, será quien les ha de proporcionar la matanza y la victoria. Él no puede hacer eso. Es más, siempre ha admirado a los héroes que cuenta la historia. Sabían pelear, sabían morir. A Noval se le ha pasado el miedo. De repente, gritan desde la posición: ¿Quién vive? ¡Alto! ¡santo y seña! ¡corre!
Noval contesta con toda su alma: ¡Tirad sobre nosotros, que los moros vienen conmigo! Fuego! ¡Viva España!

    Su cadáver fue descubierto aferrado fuertemente a su fusil y a su lado dos rifeños, uno de ellos con el pecho atravesado de un bayonetazo. Todos se dan cuenta de la heróica gesta protagonizada por el cabo.

    Se le concedió la Laureada de San Fernando a título póstumo. En 1.912 se construyó una estatua realizada por Benlliure en la plaza de Oriente de Madrid, frente al Palacio Real.

 

  Eloy Gonzalo

  

    Eloy Gonzalo, llamado El Héroe de Cascorro, (Madrid, 1 de diciembre de 1868- Matanzas, Cuba, 18 de junio de 1897). Soldado español distinguido durante la Guerra de Cuba. Huérfano, se crió en la Inclusa de Madrid. Fue destinado al Regimiento de Infantería María Cristina núm. 63, en la localidad de Puerto Príncipe, provincia de Camagüey en Cuba, a donde llega en noviembre de 1895.

    El 22 de septiembre de 1896 una partida de unos tres mil insurrectos, al mando de Máximo Gómez y Calixto García, cercó la pequeña población de Cascorro, no lejos de Puerto Príncipe. El 26 de septiembre la situación del destacamento español se hizo tan comprometida que la única solución era volar un bohío desde el cual causaban graves daños a la guarnición.

    Eloy Gonzalo se presentó voluntario para prender fuego a la posición de los insurrectos cubanos. Dice la leyenda que pidió ser atado con una cuerda para que, si caía, su cuerpo pudiera ser recuperado. Así, armado con su fusil y con una lata de petróleo, y atado con una cuerda, se deslizó hacia las posiciones insurrectas, prendiéndolas fuego y regresando indemne a su posición, la cual fue liberada pocos días después por una columna española al mando del general Adolfo Jiménez Castellanos (1844-1929).

    Eloy Gonzalo tomó parte en más acciones militares, siendo condecorado con la Cruz de Plata al Mérito Militar pensionada con 7'50 pesetas mensuales. Sin embargo, fallecería en el Hospital Militar de Matanzas a consecuencia de una enfermedad. Sus restos fueron repatriados y reposan en un mausoleo del Cementerio de la Almudena de Madrid junto a los de otros muertos durante los conflictos de Cuba y Filipinas. En su honor se levantó una estatua en la Plaza de Cascorro de Madrid.

Los Héroes de Baler

 

  Hecho ocurrido al finalizar la Guerra de Filipinas. Siendo Filipinas todavía colonia española, en 1.896 se inició la guerra separatista alentada por los EE.UU. y encabezada por el rebelde Datto Utto, siendo capitán general de las islas D. Ramón Blanco. En el primer combate de Malbón ganaron los separatistas filipinos. El capitán general pidió a España un refuerzo de mil soldados más pero la insurrección se extendió al terminar el año, siendo sustituído por el general Polavieja que toma posesión en diciembre de 1.896. A partir de aquí gran parte del territorio pasa otra vez a manos de los españoles. Para ocupar mejor el terreno el general pide más refuerzos pero el gobierno de Cánovas se lo deniega, presentando el primero su dimisión. Le sustituye el general Fernando Primo de Rivera en 1.897 consiguiendo firmar la paz de Biacnabato mandándo al exilio al general filipino Emilio Aguinaldo.

    El 1 de marzo de 1.898 estalla la guerra entre España y Estados Unidos y el 1 de mayo es destruída la escuadra española. Aguinaldo vuelve a tomar el mando de las tropas filipinas. Primo de Rivera es sustituído por el general Diego de los Ríos. El 27 de junio de 1898 comienza la sublevación en la zona de Baler defendido por un destacamento de 55 hombres al mando del capitán de Infantería Enrique de las Morenas que consiguen refugiarse en la iglesia del pueblo. Sufrieron meses de asedio con escasez de alimentos y debilitados por multiples enfermedades, muriendo el capitán y varios soldados. Haciéndose cargo del mando el teniente Martín Cerezo.

   Desconocían aún que ya se había firmado un tratado de paz entre España y Estados Unidos. Después de once meses de asedio y calamidades tuvieron noticia de la finalización de la guerra levantando bandera blanca ante sus atacantes tagalos. Por fin el 2 de junio de 1.899 firmaron la rendición siendo considerados como héroes por sus enemigos. Fueron recibidos, alojados y colmados de regalos por el ya presidente de la república filipina Emilio Aguinaldo. El 29 de junio embarcaron en el vapor “Alicante” camino de España siendo aclamados por las autoridades y el público de Barcelona el 1 de septiembre de 1.899. Los llamados “Los últimos de Filipinas” lo formaban 1 teniente de Infantería, 1 teniente médico, 2 cabos, 1 corneta y 28 soldados.

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SOLDADOS RAMA Y CANCELA

(héroes de la Infantería de Marina)

       Era la Guerra de Cuba. El 5 de junio de 1.895 un puñado de soldados del 2º Batallón Expedicionario de Infantería de Marina, que distribuidos por parejas custodiaban  la vía férrea Gibara-Holguín en el Fuerte de la Plaza , zona conocida como Piedra Picada, fueron de improviso atacados por una partida enemiga  de 2000 hombres al mando de Maceo y Rabí. Los soldados  José Rama y Antonio Cancela Romero se batieron heroicamente, sosteniéndose como centinelas en el puesto que se les confiaba y en el que se les encontró acribillados de heridas de bala y machete; demostrando el número de casquillos desparramados a su lado que conocedores de su deber sabían morir matando. Sobre los muros de este fuerte que se denominó después Fuerte de Rama-Cancela, bien pudiera colocarse una inscripción a semejanza de la que se leía en la tumba de las Termópilas “¡Viajero!¡detente y descubrete!- la tierra que pisas es sagrada.”

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